Celera no se rige por el calendario gregoriano.

El año Celera comienza con el primer vivencial de febrero, donde coinciden todas las generaciones que se encuentran en el programa, incluyendo la generación saliente. Con esta actividad no solo damos inicio al año sino que además es el primer encuentro y el primer acercamiento de la promoción entrante con el programa y sus compañeros. En esta ocasión tuvimos a la G6 que es la generación que se presenta y la G3 que es la que se despide. Aunque lo de despedirse es relativo, porque a esa generación saliente pasa a ser parte de Meraki, que es la asociación de egresado de nuestro programa de aceleración.

Un fin de semana en la naturaleza, lleno de actividades y talleres de introspección y desarrollo interpersonal, acompañado de yoga, senderismo y mucho compartir entre los integrantes de la comunidad Celera.

En principio, los vivenciales fueron concebidos con la finalidad de generar un espacio que permita al Celerado el aprovechamiento máximo de la experiencia de aprendizaje a partir de las actividades realizadas. Sin embargo, las palabras se quedan cortas para describir el sentir que genera a los participantes del mismo. Los vivenciales son el mejor espacio para que los Celerados puedan conocerse entre sí, evaluar su crecimiento dentro del programa y discutir sobre sus proyectos e iniciativas.

Estamos muy contentos de empezar este 6 años de calendario Celera llenos de energía para continuar con la labor de crear espacios como este que permite a los Celerados forjar una autentica comunidad de personas talentosas, preocupadas y generosas.

¡Y este de febrero fue solo el primero, todavía nos queda el vivencial de verano!

Hasta la próxima.