Por Sandra Cifuentes

Quiero hablar sobre el éxito y la felicidad. ¿Cuál de los dos llega primero? Acaso, ¿piensas que es necesario conseguir el éxito para ser feliz? Y si te dijera que SER FELIZ es la clave del éxito. Y si te dijera que tú ya cuentas con todas las herramientas que necesitas para ser feliz y exitoso, ¿Me creerías?
Lo único que necesitas para ser feliz es a ti mismo!!! Ser FELIZ es una decisión tuya.
Puede que no me conozcas y que hayas llegado a este blog por casualidad. Hoy me gustaría contarte un poquito sobre lo que he aprendido en mi continua búsqueda de la felicidad. Me llamo Sandra Cifuentes, nací en Bogotá, Colombia, en 1986, y vivo en Madrid, desde hace siete años.

Alguna vez te has puesto a pensar sobre ¿qué pasa en la vida de una persona desde su niñez hasta que se convierte en adulto? La verdad es que no pasa nada extraño. La persona crece, cambia, sueña, toma decisiones, elige caminos. Sin embargo, CRECER, CAMBIAR, SOÑAR, TOMAR DECISIONES, LIBERTAD DE ELEGIR, todas estas palabras y estos conceptos son sencillos pero realmente muy complejos a la hora de aplicarlos. No todo el mundo se atreve a soñar, no todo el mundo se atreve a cambiar y no todo el mundo se atreve a crecer.
Para ser feliz hay que atreverse a decidir, a tomar las riendas de la vida. Es mucho mejor que la situación en la que estés sea porque así lo has decidido tú y no porque te has dejado llevar. La vida está llena de puntos de inflexión, de puntos clave que determinan tu futuro. ¿Estudiar una carrera? ¿Compartir tu vida con una pareja? ¿Dónde viajar? ¿Hacer un doctorado? ¿Casarte? ¿Tener hijos? En el momento en el que decides qué contestar a cada una de estas preguntas, cambia tu vida. Has elegido un camino que te llevará a materializar tu concepto de éxito o felicidad.
En mi caso, cuando era pequeña mis sueños eran estudiar en Europa y conocer la nieve. Así que elegí aquel camino que me llevó a lograrlo. Siempre asociamos el hecho de lograr los sueños con ser felices. Decimos que cuando alcancemos nuestros sueños seremos felices. Y, ahí estaba yo cumpliendo mis sueños, y sin embargo, no era feliz. Para mí, estudiar en Alemania y conocer la nieve implicaba estar muy muy lejos de mi familia, valerme por mi misma, aprender alemán y esforzarme mucho por hacerme entender y entender a los demás. Sí, estaba cumpliendo mis sueños; sí, era muy emocionante; sí, todo era un aprendizaje, pero he de aceptar que tuve momentos de crisis.
A veces se nos olvida que conseguir nuestros sueños implica salir de nuestra zona de confort, implica mucho esfuerzo, implica intentar, caer, levantarse y volverlo a intentar, pero, oye, eso está bien!! Al final, siempre valoras más aquello que te ha costado lograr. Cuando tomas una decisión, automáticamente adquieres la responsabilidad de todas las consecuencias que esa decisión acarree y esto significa aceptar tanto los pros como los contras. Cuando llegan los malos momentos aprendí que sólo tienes dos opciones: CRISIS O CRECES. Lo bueno es que tú decides.
También en los malos momentos he aprendido que hay que escuchar tu interior, debes preguntarte y ser sincero contigo mismo ¿ERES FELIZ EN ESTE MOMENTO, CON ESTA SITUACIÓN? Y es que también es importante hacer un replanteamiento de tus objetivos y de tu escala de valores. Tus sueños de niño, no son los mismos que de adulto y tu escala de valores también cambia junto con tus prioridades. Para mí, replantear mi vida implicaba decidir si seguía en Alemania, regresaba a mi país, o iba a otro lugar. Yo, decidí venir a Madrid a finales de 2009, en pleno boom de la crisis económica. Había gente que pensaba que yo estaba loca por haber tomado esa decisión, entre ellos algunos de mis familiares y de mis amigos más cercanos.
La decisión no fue fácil. Pero para mí estar en Madrid era una oportunidad inmensa de compaginar mi vida personal, mi vida académica y mi vida profesional. Así que este nuevo contexto, esta nueva situación la afronté con mucho optimismo. Yo veía oportunidades donde otras personas veían crisis y obstáculos, unas personas lo llaman locura pero para mí eso se convirtió en un súper-poder. Sin saberlo, estaba abonando el camino que me llevaría a la felicidad. En España, aprendí a darle valor al sentido del humor, a reírme de mi misma, y como no, reírme de mis propias desgracias. Aprendí a darle la vuelta a la tortilla, a ver las cosas desde una perspectiva optimista, a entrenar mi capacidad de resiliencia. Me rodeé de gente positiva, que me quiere lo suficiente tanto para celebrar mis logros como para apoyarme en momentos de flaqueza.

Ahora, puedo decir que he conseguido éxito en muchas facetas de mi vida, y sí, soy FELIZ. Trabajo en lo que me gusta y tengo vocación, tengo una hermosa familia, muy buenos amigos y aprendo cada día de la gente que me rodea. No voy a decir que todo ha sido y es maravilloso, porque no todo es fácil, y, como ya saben, todas las situaciones tienen sus ventajas y sus desventajas. Pero es que la felicidad no es la ausencia de tristezas, o de problemas, no es estar sonriendo todo el día a carcajadas.
Aunque tener sueños en la vida es muy importante para marcarte un camino, la felicidad no llega cuando logras tus sueños, y tampoco llega cuando logras ser exitoso. Si no eres feliz en el momento en el que alcanzas un gran logro en tu vida, no serás capaz de darte cuenta de tu éxito, sino todo lo contrario, te llenas de frustración, y por alguna razón nunca estarás satisfecho con lo que sea que logres en tu vida. No te conviertas en un insatisfecho crónico. En lugar de buscar razones para no estar a gusto y quejarte de tu vida, busca razones que te alegren el día, que te alegren todos los días.
La felicidad llega cuando decides ser FELIZ, cuando decides ver todo lo que te rodea desde una perspectiva de agradecimiento y aprendizaje. La felicidad es eso, UNA DECISIÓN, cuando eres feliz es cuando eres capaz de ver cuán exitoso eres.
Así que, atrévete a soñar, atrévete a cambiar, atrévete a crecer, atrévete a decidir, y DECIDE SER FELIZ!!!