Esta podría ser una de las múltiples conclusiones y aprendizajes de la Mesa redonda que ayer Celera & CSIC, celebraron en el salón de actos del Centro de Investigaciones Biológicas – CIB-, en Madrid. Sandra Cifuentes , premio MIT Technology Review 2014 fue la encargada de presentar la mesa redonda mientras que, Bernardo Herradón, investigador científico en el Instituto de Química Orgánica General del CSIC jugó el papel de moderador de la misma.

Durante toda la mañana tuvimos la fortuna de poder escuchar y aprender de las experiencias de otros. Algo muy interesante cuando de lo que se está hablando es de «Cómo llevar la investigación de base tecnológica al mercado». Y es que no es fácil. Ni por el tiempo que las investigaciones requieren hasta estar en condiciones de entrar al mercado: años; ni por las enormes cantidades de dinero que suelen ser imprescindibles para hacer todas las pruebas pertinentes que garanticen al futuro consumidor, que un producto es seguro.

Y es que debido a las particularidades de la investigación de base tecnológica, el emprendimiento comienza a ser una opción cada vez más extendida para acelerar el proceso acortando los tiempos para llegar antes al mercado. Muestra de ello fue uno de los datos aportados por Javier Etxabe , responsable de la Protección de Resultados y Promoción de EBT’s en CSIC: en el último año han nacido 120 spin-off del CSIC

Sandra Cifuentes, talent de Celera, además, nos expuso su experiencia con el último de sus proyectos,  nuevos materiales con gran potencial para reparar fracturas óseas y ser reabsorbidos por el cuerpo humano. Destaca de esta experiencia entre otros puntos, la necesidad de ser flexibles, pacientes y sobre todo, la importancia de estar en la vanguardia y hablar con todos los «interesados», es decir, desde los cirujanos hasta los pacientes finales, pasando por empresas del sector y posibles financiadores.

Precisamente éste, el punto de la financiación, es un aspecto que todos los ponentes de la mesa resaltaron como especialmente sensible. Y si bien, todos coincidieron con José Luis García, presidente de la Sociedad Española de Biotecnología y fundador de la empresa para la secuenciación de ADN, SECUGEN , en que si un proyecto es bueno, seguro que consigue el dinero para desarrollarlo, algunos planteaban la cuestión de que tal vez esa inversión no estaba sólo en España.

Félix Antonio López, Doctor en Ciencias Químicas, investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, experto en el área de reciclado de materiales y tratamiento de residuos y emprendedor, liderando actualmente el proyecto R3FIBER de reciclado de palas de aerogeneradores  en proceso de creación de start-up, dividió el proceso en tres pasos: paso 1, Investigación; paso 2, Transferencia y paso 3, Comercialización. Félix quiso poner en valor la necesidad de buscar ayuda y adquirir formación para ser capaz de una manera efectiva y más rápida de poner en marcha este tercer punto, afirmando como conocedor en piel propia, que «si bien la opción del emprendimiento es difícil, cada vez hay más oportunidades».

La Doctora Ana Martínez, investigadora en CSIC volcada en la búsqueda de soluciones para la enfermedad de Alzheimer, se ha subido también en el tren del emprendimiento fundando ANKAR PHARMA, cuyo objetivo es llenar la brecha entre la investigación básica y el descubrimiento de fármacos ensayos clínicos para enfermedades neurodegenerativas tratamientos farmacológicos eficaces, una brecha a la que apoda «valle de la muerte». Y Enrique J. de la Rosa, Doctor en ciencias biológicas y muy volcado en el paso 2: la Transferencia. Creador de  Proretina Therapeutics, un spin-off del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC). El objetivo de esta Empresa de Base Tecnológica es el desarrollo de fármacos para el tratamiento de distrofias y degeneraciones retinianas. Ambos profesionales hicieron hincapié en la necesidad de continuar y no abandonar por trabajoso y complicado que pueda resultar conseguir poner en el mercado y a disposición de, en su caso los pacientes, los avances que van alcanzando. Como los dos aseguraron en su respectivas exposiciones «algún día todos necesitaremos tratamiento».

Por su parte, Tomás Coca Responsable de selección y evaluación en el Fondo de Emprendedores de Respsol y la subdirectora de Celera, Paula Santamaría  pusieron el foco en las herramientas que necesitan los emprendedores.  Tomás quiso poner el acento en la importancia del apoyo económico y de la ayuda técnica; y Paula focalizó en el desarrollo personal, la inteligencia emocional y la importancia de saber gestionar adecuadamente las emociones en el a veces difícil camino del emprendimiento.

Una jornada la de ayer, repleta de historias tan geniales como sus protagonistas y que invitan a amar la ciencia y la investigación. Sin duda, Javier, Sandra, Félix, José Luis, Ana, Enrique y Tomás

¡Esperamos coincidir con vosotros próximamente para seguir hablando de ciencia y emprendimiento!